¿QUÉ
SON?
“Las cactus son una
familia de plantas con flores dentro de las que se encuentran los conocidos
nopales. Esta familia es exclusiva de América. La familia se divide en tres
grupos: El primer grupo incluye los nopales (del náhuatl nopalli, de nochtli,
tuna y palli, hoja), y el xoconostle (del náhuatl, xococ, agrio y nochtl, tuna,
“tuna agria”), de tallos aplanados como raquetas y con frutos conocidos como
tunas. También se incluyen las chollas y tencholotes, de tallos cilíndricos
delgados cubiertos de espinas.
El segundo grupo
incluye a los cactus alargados, chaparros y redondos en forma de barril y en
forma de candelabros. Se conocen como órganos, cardonales, candelabros,
biznagas, liendrillas, borregos, peyotes, chiotillas, jiotillas, quiotillas,
garambullos o padresnuestros, pitayas, pitayo de abuelito, tetechos, cabezas de
viejos, viejos y viejitos. Algunas de estas especies pueden vivir más de 500
años.
El tercer grupo
incluye pocas especies conocidas como cactos con hojas o árbol del matrimonio,
que se consideran los cactus más primitivos.”


Los cactus son plantas fanerógamas dicotiledóneas, de modo que su embrión presenta dos hojas primarias visibles tras la germinación.
La principal
característica es adaptarse a la vida donde hay escasas precipitaciones, por lo
que es una planta xerófita. Tienen gran resistencia a la sequía mediante la
acumulación de agua y la reducción de su superficie, pero su casi nula
resistencia al exceso de humedad. Hay muchas plantas que tienen una notable
semejanza con los cactos, sin embargo la característica más notable para
identificarlos sin error es la areola, una estructura de donde surgen las
espinas, los vástagos nuevos y muchas veces las flores.

En cada aréola existen dos tipos de espinas: las radiales que nacen de
la periferia y son numerosas, y las centrales, de diferente forma, mas duras y
resistentes. Conviene aclarar que cuando se indica el número de espinas en la
descripción de un cactus, suele referirse a las que posee cada aréola aunque
ello no se mencione explícitamente.
En las aréolas de Opuntia se hallan unas pequeñas espinas llamadas
gloquidios. Son espinas diminutas agrupadas formando almohadillas. Debe tenerse
especial cuidado con estas espinas dado que cuesta extraerlas una vez clavadas
en la piel. En algunas especies de Ferocactus, Opuntia y Mammillaria, existen
espinas glandulares que exudan néctar. Existen cactus con cuerpo de forma
globular, cilíndrica, segmentada y con tallos similares a hojas.


La forma de las espinas varía considerablemente según la especie. En
algunos casos son muy pequeñas y en otros pueden alcanzar los 20 cm. de
longitud (Stetsonia coryne). Hay espinas aciculares(en forma de agujas),
prismáticas, cilíndricas y con forma de lengüeta; su punta puede ser muy aguda,
rectilínea o ganchuda. En algunas especies (Cephalocereus, Espostoa) las
espinas se han transformado en pelos (espinas criniformes).


DISTRIBUCIÓN
La familia Cactácea
agrupa a una gran diversidad de plantas, entre las que destacan los cactus
columnares (viejitos y tetechos); los cactus candelabriformes (cardones,
órganos y pitayas); las biznagas y biznaguitas (chilitos); algunas trepadoras
como los nopalillos (Heliocereus spp.); las pitahayas (Hylocereus spp.), y una
gran variedad de nopales, entre otras. La
familia es originaria del continente americano y apareció hace cerca de
80 millones de años (Gibson y Nobel, 1986). El grupo está constituido por cerca
de 2,000 especies, las cuales se encuentran distribuidas en el continente
americano, desde el norte de Canadá hasta la Patagonia, y desde el nivel del
mar, en dunas costeras, hasta los 5,100 msnm, en Perú (Bravo-Hollis y
Scheinvar, 1999).
Aun cuando las cactáceas viven en diversos
ecosistemas, incluyendo las selvas tropicales, donde se encuentran como
epifitas (Rhipsalis baccifera), la mayoría de ellas se desarrollan en ambientes
áridos y semiáridos, los cuales coinciden con latitudes cercanas a los
paralelos de 25º, donde dominan zonas de alta presión atmosférica con
corrientes descendientes de aire seco (Bravo-Hollis y Scheinvar, 1999). En
México las zonas secas abarcan cerca del 60% de la superficie del país. La
abundancia de estos ambientes obedece tanto a la ubicación geográfica del país,
como a los efectos de continentalidad y relieve, debido a la presencia de
cordilleras paralelas a los litorales, donde se pierde la humedad del aire al
penetrar sobre la masa continental.
Al igual que la
diversidad de las cactáceas, sus formas de crecimiento varían de un sitio a
otro, al igual que la densidad de sus poblaciones.

ADAPTACIONES:
Las cactáceas tienen
sistemas de raíces grandes y poco profundas. Estas raíces superficiales ayudan
rápidamente absorber el agua del suelo después de las tormentas poco
frecuentes; (ya que las cactáceas se ubican, o más bien dicho, se encuentran en
los desiertos); mientras que el resto de la planta se encuentra cubierta por
una capa a prueba de agua y se cerosa, que previene la evaporación del agua tan
preciada. El agua se almacena en los tallos gruesos de estás. Sus espinas son
hojas modificadas para protección y conservación de agua que presentan una
superficie de evaporación mínima. Debido a que las cactáceas se desarrollan en
lugares muy secos y calurosos, con precipitaciones anuales medias inferiores a
200 mm y con temperaturas superiores a 45o C. Para poder sobrevivir a estos
lugares tan extremos han tenido que adaptarse, entre las adaptaciones más
importantes se mencionan las siguientes:
Suculencia: Es la
capacidad de los tejidos en acumular agua. Como las lluvias en los lugares
donde habitualmente crecen las cactáceas son muy esporádicas, estas plantas se
ven en la necesidad de almacenar en sus tallos gran cantidad de este líquido al
que pueden recurrir en los periodos de sequía.
Por ejemplo, un
Saguaro (Carnegiea gigantea) de 1
tonelada de peso es capaz de pesar hasta 10 toneladas después de una tormenta,
con lo cual ha absorbido unos 9000 litros de agua. Con esta provisión puede
aguantar hasta dos años de sequía.

La propia forma de
los tallos de las cactáceas responde a la necesidad de acumular agua. Los
pliegues responden a la necesidad de conseguir una mayor superficie con una
menor exposición al sol, con lo que se evita la perdida de agua. Además, actúan
como verdaderos “fuelles” permitiendo que la planta pueda expandirse cuando
absorbe líquido. De ahí que, después de “bebe” mucho, presenten formas más
redondeadas y menos angulares.
Espinescencia foliar: Es la
transformación de hojas en espinas, salvo en Pereskia y Pereskiopsis. Con ello
se reduce la evaporación y se protege del ataque de los animales, quienes en
muchos casos se ven obligados a aprovechar aquellas partes más vulnerables,
como los frutos o las semillas. De esta manera, estas plantas aseguran además
la dispersión de especie.
Esta transformación
lleva consigo la aparición de unas zonas especializadas en el lugar donde nacen
las espinas, llamadas areolas, en forma de endurecimientos. Estas zonas
equivaldrían a las ramas en el resto de los vegetales.


Pubescencia: La aparición
de pelos en algunas de estas plantas responde tanto al deseo de reflejar los
rayos solares, para evitar la deshidratación o para protegerse de las
quemaduras, como a la intención de protegerse de las bajas temperaturas nocturnas. Especies con
pubescencia suele vivir habitualmente en lugares elevados donde se producen
grandes contrastes térmicos entre el día y la noche, tal como ocurre en el
género Oreocereus, que habita en la cadena andina.

Morfología caulinar: De igual manera son muchos los cactus
que impregnan los tallos de substancias
céreas, con la finalidad de proteger al vegetal de la evaporación.
Adaptaciones radiculares: Dadas las
peculiares condiciones en que se producen las lluvias, los cactus han
desarrollado un sistema radical muy peculiar. Sus raíces son poco profundas (El
agua de la lluvia se filtra rápidamente en capas profundas para estos vegetales
inalcanzables). Pero, como tienen que absorber el máximo volumen de agua de la
lluvia poco tiempo, las raíces aunque poco profundas, se extienden mucho en
longitud; con lo que se consigue un sistema radicular amplio. Así las raíces de
un saguaro pueden de 15 m llegar a extenderse
hasta más de 20 m de distancia del tallo.

Metabolismo ácido (C.A.M): El particular
proceso fotosintético que llevan a cabo las plantas crasas, entre las que se
encuentran los cactos, explica como estas plantas han evolucionado para soportar
condiciones de sequedad ambiental extraordinarias. La mayoría de los vegetales
en el proceso de la fotosíntesis necesitan abrir las estomas para absorber
dióxido de carbono y expulsar oxígeno, con la consecuente pérdida de agua por
transpiración. Los cactus solamente abren las estomas por la noche, para evitar
la deshidratación. Así pues el intercambio de gases se realiza en la oscuridad.
Los cactus expulsan el oxígeno la atmosfera y absorben dióxido de carbono, que
se mantiene en forma de ácido (generalmente ácido málico) hasta la mañana
siguiente cuando la planta, en presencia de la luz solar, realizara la función
clorofílica y extraerá el dióxido de carbono del ácido para transformarlo en
azúcar. Este proceso se denomina C.A.M (Crassulean Acid Metabolism) porque fue
observado por primera vez con las crasuláceas

IMPORTANCIA
DE LAS CACTÁCEAS EN EL MUNDO:
Alimento: Ampliamente
utilizadas como alimento humano, la mayoría de las características de las
cactáceas, a excepción del genero Pereskia, son aprovechadas alimentariamente
principalmente por sus frutos. Por ejemplo por los fruto de la Opumtia Ficos –
indica o higuera chumba, cuyas vallas ya fueron elementales durante los viajes
de los colonizadores hispano a América como fuente de alimento para evitar escorbuto,
se comen también actualmente en la región mediterránea, donde las peculiares
características climáticas han puesto que la planta se adapte a la perfección,
siendo de particular interés de la Isla de Cecilia, Tunes, Angelia, Marruecos,
Turquía e Isrrael. En América Central las especies de opuntias utilizadas, además
de la anterior, es muy grande desde la opuntia megacnatha bar. Jitomatili que
se utiliza en lugar de los tomates hasta
la Opuntia robusta bar. Robusta cullas cortezas se comen fritas, sustituyendo a
las patatas, muchos más géneros de cactáceas son utilizadas como alimento a
parte de este, como Acanohocereus, Cephalocereus, Hylocereus. Etc.
A parte de los frutos
también se aprovechan las semillas que se comen asadas o se machacan para
preparar tortas.

Ganado: Muchas
cactáceas son cultivadas o aprovechadas en estado salvaje por sus hojas para
alimentar el ganado - Cephalocereus,
Ferucatos Mammillaria… etc. Y constituye
un recurso fundamental al encontrarse en zonas muy áridas donde la presencia de
plantas “más tierna” es prácticamente nula. Muchas de estas especies son
aprovechadas para construir donde guardar los animales o separar los campos.

Protección del suelo: En lugares Áridos y ventosos
se utilizan para fijar el suelo y prevenir la erosión de las lluvias que
normalmente se producen de forma torrencial en algunas épocas del año. Este uso
se hace muy adecuado en los cultivos que se llevan a cabo en forma de terrazas.

Medicinas y toxinas: Por
sus propiedades medicinales o toxicas siendo algunas de ellas mundialmente
conocidas como el pellote (Lophophora
Willamsii) por sus propiedades alucinógenas

Jardinería: Admiradas por sus atractivas
flores, sus extravagantes formas o sus erizadas púas, han sido ampliamente
explotadas en jardinería, lo que ha llevado a muchas de ellas encontrarse al
borde de la extinción muy conocidos en el mundo de la jardinería tendríamos

CACTACEAS EN EL HOGAR
Los
cactus (usos y tipos)
Tenemos los siguientes tipos de Cactus:
-
Columnares
-
De barril
-
Esféricos
-
Arbustivos
-
Opuntias
Además
de ser utilizadas como plantas de jardinería, son ampliamente utilizadas como
alimento del hombre y del ganado, para proteger a las tierras de erosión, para
cercar sus campos, y por sus propiedades medicinales y toxicas.

Los (flores o frutos)
Los
cactus presentan flores muy vistosas. La floración en plantas cultivadas en
invernaderos puede ser forzada durante todo el año. En condiciones naturales
generalmente florecen en las épocas más favorables. La floración en algunas
cactáceas, como las agaves se produce
cuando la planta a alcanzado un grado de madurez muy elevado al cabo de 10
añosde vida o más. La mayoría de los frutos de las cactáceas son bayas
comestibles, de mejor o peor sabor. En muchos casos son consumidos por hombres
y animales.


Los cactus (exposición)
-
En
el interior:
Los
cactos plantados en masetas en interior necesitan bastante luz, por lo que hay
que colocarlos cerca de un punto de luz importante, como una ventana o galería.
Para conseguir un crecimiento uniforme hay que darles la vuela en tanto en
tanto. Otra de las formas de iluminarlos, especialmente en zonas con poca
iluminación, mediante una lámpara artifical, que deberá estar encendida unas 17
hrs entre primavera y otoño y unas 14 en invierno. La luz artificial también
nos permite reubicar las plantas en cualquier sitio de la casa que queramos.
-
En
exterior:
En
este caso deben tener una explosión soleada y cálida. Con temperaturas bajas se
deben proteger o guardar al interior. Cuando las temperaturas mejoren se puede
sacar al exterior otra vez, teniendo en cuenta que tenemos que aclimatar
durante unos días la planta que ha estado en el interior, por lo que no debe
colocarse a pleno sol para evitar quemaduras o si no es posible, resulta muy
adecuado taparlos con un pedazo de tela durante unos día. Una exposición a
semisombra o un sol filtrado será lo mejor.
Los cactus aguantan
mejor las bajas temperaturas cuando se encuentran en reposo invernal, de ahí
que es muy importante mantenerlos secos cuando llegan los fríos.
Debe evitarse
plantase los ejemplares junto a las paredes orientadas hacia el sur o este,
pues los muros pueden actuar como pantallas reflectoras de sol llegando a
quemarlos. El lugar ideal es un terreno elevado, con buena circulación de aire.
Fabricar montones de tierra sobre que plantarlos con un drenaje adecuado que
impida la inundación del terreno sería lo mejor. No se deben poner las plantas
demasiado juntas para favorecerla aireación debido a la superficialidad de las
raíces. No es muy adecuado trabajar la tierra que se encuentra a su alrededor.
Todo lo más un pequeño rastrillado superficial para limpiarlo y quitar las
hierbas.
Los cactus (Riego)
En exteriores y en
invierno con temperaturas medias de unos 7o C no hace falta
regarlos, pues el riego puede perjudicarlos más que beneficiarlos y lleva a que
las plantas puedan helarse. Durante el resto del año el riego dependerá si
están cultivadas en maceta o en tierra y si se trata de macetas de plástico o
de barro. En macetas de plástico deberían regarse cada 12 días durante la
primavera y cada 10 durante el verano. En caso de tratarse de macetas de barro
el periodo de riego se puede alargar unos 3 o 4 días más. A partir del otoño el
riego puede ir haciendo mensual, abandonándose al final del mismo si el tiempo
se vuelve frio. Si están cultivados en jardines los periodos de tiempo
mencionados anteriormente deben doblarse, incluso no es necesario el riego si
se producen lluvias de vez en cuando. En interiores, con calefacción y en
verano, la maceta no debe dejar que se seque completamente. En cultivos de
interior con calefacción se debe regar de tanto en tanto, incluso en invierno,
para evitar que las plantas se sequen.
La mejor agua para el
riego es el agua de lluvia. Se debe controlar la cal del agua, que produce
manchas en las superficies de las plantas cuando es abundante. En este caso
debe utilizarse un descalcificador. El mejor momento para el riego es por la
mañana y al final del día. Se debe evitar el riego a pleno día, especialmente
si mojamos la planta, pues las gotas pueden actuar de cristales de aumento con
respecto a los rayos solares y producir quemaduras.
En época de mucha
calor los cactus agradecen un rociado cada 15 días, que, por los motivos
mencionados anteriormente, debe efectuarse cuando el sol no aprieta mucho,
siendo el mejor momento del día cuando se pone el sol.
Cuando se riegan
demasiado o cuando la maceta no tiene el drenaje suficiente, estas plantas
tienen tendencia a pudrirse como consecuencia del ataque de hongos, que pueden
afectar tanto a las raíces como al mismo tallo. Por este motivo debe evitarse
un riego exagerado y sobre todo se debe vigilar que la maceta tenga un buen
drenaje. Nunca se debe dejar la maceta sumergida en agua.
Los cactus (Reproducción)
La mejor manera de
obtener nuevas plantas es mediante esqueje. Los esquejes deben secarse unos
días para que la herida cicatrice antes de plantarlos. Lo normal es que estén
guardados sobre un sustrato de arena a la sombra en un lugar cálido durante
unos 15 días, o 30 en el caso de ejemplares muy grandes.
Otra de las técnicas
de reproducción es el injerto, que consiste en poner en contacto un cactus
cortado sobre una base de otro cactus también cortado. La especie superior es
de crecimiento más rápido que la inferior. La combinación debe mantenerse
durante unos 15 días en un lugar sombreado y cálido, con una temperatura entre
20 y 30o C. Las piezas deben fijarse una a otra durante este periodo
de crecimiento
Otro de los medios de
reproducción es mediante semillas. La plantación deberá realizarse desde
principios de primavera hasta mitad de verano. El suelo deberá estar compuesto
de una mezcla de mantillo de hojas y arena. Con esta mezcla se llenarán
pequeñas macetas de unos 6 cm de diámetro que deberán colocarse sobre un
sustrato. El sustrato se utiliza para que las macetas absorban la humedad por
capilaridad, por lo cual debe mantenerse a una humedad constante y a una
temperatura de entre 18 y 32o C. La germinación de las plántulas se
producirá en el periodo de 7 a 20 días, a partir de los 3 meses ya se pueden
regar las macetas.

LA SELECCIÓN DE LAS ÁREAS PRIORITARIAS
PARA LA CONSERVACIÓN
En el semidesierto
queretano, la estrategia consistió en aplicar el principio de complementariedad
como base para seleccionar sitios prioritarios para la conservación. Ello en
función de varios criterios que expresan y destacan jerárquicamente el valor de
la diversidad cactológica, como: riqueza de especies, riqueza de especies y
endemismo, valor del endemismo, y presencia de especies en alguna categoría de
la Norma Oficial Mexicana-059.
El concepto de complementariedad parte de que
un conjunto de especies de una región (el acervo regional) está repartido entre
diversos puntos o áreas menores (acervo local), de modo que algunas especies
sólo se encuentran en determinadas áreas y no aparecen en las otras; así, las
áreas menores con especies diferentes son complementarias entre sí, porque la
suma del número total de especies que contiene cada una constituye el
inventario total de especies de la región.
Bajo este enfoque se
optimiza la selección de áreas para la conservación, pues se identifican los
sitios complementarios que integran la mayor proporción del total de especies
regionales y se reduce el número de sitios que conservar; en consecuencia, los
sitios complementarios resultan al mismo tiempo los prioritarios. Con criterios
similares se determina jerárquicamente el orden de prioridad para la
conservación de las áreas pequeñas que conforman la región.
Así, la selección de áreas para la
conservación puede tener mayores posibilidades de ser eficiente y efectiva, ya
que existe una idea clara de hacia dónde dirigir y concentrar los esfuerzos,
además de que permite identificar las especies que marcan la diferencia en los
valores de complementariedad, las que también pueden considerarse como
prioritarias.
En el cuadrante Tolimán se aplicaron estos
conceptos para abordar cómo y dónde establecer un esquema adecuado de conservación
cactológica. Se consideró como área global al cuadrante entero y como áreas
menores a los subcuadrantes de muestreo. Los resultados del análisis de
complementariedad se muestran en la figura 4 que también presenta la
disposición de las prioridades de conservación.
De los resultados
obtenidos se concluye que los esfuerzos de conservación deben orientarse hacia
dos áreas en particular: los subcuadrantes 10 y 22. En ellos se concentra la
mayor riqueza y otros atributos asociados, espacialmente reúnen 75% de la
riqueza, el endemismo y la cantidad de especies amenazadas. Como el restante
25% se distribuye en otros 6 sitios, al proteger ocho subcuadrantes (cerca de
800 kilómetros cuadrados) se tendría representado al total de la flora
cactológica del semidesierto queretano, incluyendo sus especies carismáticas.
Esfuerzos de
conservación con las comunidades locales
Uno de los
subcuadrantes prioritarios, Mesa de León (subcuadrante 10 de la figura 4), se
ha reconocido históricamente como un área poseedora de una considerable riqueza
de cactáceas, algunas de las cuales enfrentan serios problemas de sobrevivencia
por el deterioro de su hábitat, la incidencia de factores como el
sobrepastoreo, la Figura 4. Sitios prioritarios para la conservación en el
cuadrante Tolimán. Para cada subcuadrante se indica el valor absoluto de
complementariedad (al centro), la prioridad o nivel jerárquico (entre
paréntesis y en negritas) y su número de identificación dentro del cuadrante
Tolimán (abajo a la derecha). Folleto informativo editado para la difusión del
proyecto de conservación. Extracción de leña, la construcción de
infraestructura (como caminos y obras de equipamiento social, como la presa
hidroeléctrica de Zimapán) y por el saqueo de ejemplares. Aquí es donde se desarrolla
el proyecto de conservación en conjunto con las comunidades locales.

Respondiendo a la
convocatoria emitida por el programa “Invirtiendo en la Naturaleza” (auspiciado
por el banco internacional hsbc y las organizaciones Botanic Garden
Conservation Internacional bgci, World Wildife Found wwf, y Earthwatch),
presentamos el proyecto “Las Tres Erres que Tú Eres, conservación de cactáceas
amenazadas con la participación de las comunidades locales”.
Este proyecto inició en diciembre de 2005 y se
desarrolló en la comunidad El Arbolito, correspondiente al subcuadrante Mesa de
León, área cuya mayor concentración de cactáceas amenazadas se distribuye
principalmente en el cañón del río Moctezuma. Esta localidad es mundialmente
conocida entre los colectores de cactáceas porque es donde encuentran
Mammillaria herrerae o “Bolita de hilo”, una de las cactáceas queretanas
endémicas más carismáticas y afectadas por el saqueo. Para el trabajo se
convocó en la comunidad a los jóvenes y, de entre ellos, se seleccionaron cinco,
para instruirlos en la propagación de cactáceas amenazadas.
El nombre del
proyecto involucra las tres erres que constituyen los pasos o metas específicas
que hay que seguir hacia la conservación local de las cactáceas: la primera,
reconocer (reconocer la biodiversidad); la segunda, reproducir (recibir un
entrenamiento básico para operar una pequeña unidad de propagación artificial);
y la tercera, recuperar (recibir orientación y conocimiento para proponer
acciones de conservación).
El planteamiento consistió
en ofrecer el entrenamiento mínimo necesario para que los jóvenes operen en su
comunidad un vivero piloto, destinado a la reproducción de 5 especies locales
(una especie por alumno), todas ellas en riesgo de extinción; por lo tanto, el
trabajo se basó en la impartición de un taller práctico de propagación
efectuado en las instalaciones del Jardín Botá- nico Regional de Cadereyta.
Las especies prioritarias son: Astrophytum
ornatum (biznaga burra), Echinocactus grusonii (biznaga dorada), Echinocereus schmollii
(organito), Mammillaria herrerae (bolita de hilo) y Thelocactus hastifer
(biznaguita). En pocos meses, el trabajo de los jóvenes horticultores generó
565 individuos de estas especies, los cuales se encuentran en la fase temprana
de su desarrollo, pero con tamaños apropiados para su manejo y con altas
probabilidades de sobrevivir.
Actualmente el trabajo comprometido con los
patrocinadores ha concluido y las dos unidades de propagación se encuentran
operando para la reproducción de las 5 especies prioritarias; no obstante, se
tiene la certeza de que este esfuerzo no asegura la conservación de las
especies y su entorno ya que existen otros factores que deberían atenderse
simultáneamente, como la pobreza.
Por otra parte, se buscará aumentar el número
de ejemplares propagados y, posiblemente, incrementar el de especies integradas
al programa de recuperación, hasta alcanzar la meta de contar con lotes
suficientes para ensayar su reintroducción al ambiente, o para disminuir la
presión de saqueo que existe sobre las poblaciones silvestres.

Referencias:
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